domingo, 17 de junio de 2012

Anden 84


En la línea del final, la meta se puede alcanzar si la mente se lo propone, pero solo sabe a éxito cuando el corazón entra en términos condicionales de lo que esta por suceder.

-“No dices nada y siempre dices mucho”-

Ya me había acostumbrado a escuchar esas palabras frecuentemente, la relación entre lo que digo y pienso siempre ha sido vana porque nunca he dicho todo lo que pienso y siempre he pensado todo lo que digo. Piensa antes de levantar el vuelo hijo mío, que tus alas no son hechas de plumas si no de oro, oro que se convertirá en piedra cuando cruces los mares mas pútridos y las montañas mas pobladas. Oro que como brillo, se ha de extinguir cuando la luz del sol no alumbre más y ahí encontraras tu obscuridad verdadera. ¿Verdaderamente crees que te he abandonado? 

Me ha tomado de la mano de nuevo y mientras pienso que Ileana no comprende lo que siento, las otras doce personas que me acompañan en este cuarto de maquinas son representantes de diferentes etapas de mi vida, lugares que conocí y personas que deje atrás, así como a mi me olvidaron algunos y otros mas me hicieron a un lado. Te quiero pero no ahora, te necesito pero mañana, te levanto para tirar de nuevo de tu cabellera y arrastrarte porque el hombre de las cavernas ha tomado un lugar diferente.
Mi ropa ya vieja y con olor a muerte ha ido amontonándose mas en mi cuerpo, algunos guardias que pasan nos regalan chamarras o calcetas que al final sirven para taparse del frio. Las paredes como mal necesario, están quebradas y solo hay una única puerta. Esto es un cuarto subterraneo no un hotel y si se enterara el jefe de estación seguro nos corre a todos. Me preocupa la pequeña joven que esta embarazada: ¿Qué podría saber un chiquillo de dieciséis años sobre lo que es tener una vida dentro de ti? ¿Cómo podría ser una persona de futuro ese humano por venir? 

De vez en cuando notamos que la gente alcanza a observar que debajo de las calles hay algo pero probablemente no sepan que es, no han de tener ni idea que aquí vivimos nosotros. Segregados de la sociedad y dispuestos a defendernos ante todo. La estirpe hambrienta no conoce lo que es el perdón ni lo que es sufrir por amor de verdad, que nadie te reconozca y no existas, que como cero no puedas compartir ningún par.
Aquí abajo tenemos nuestros propios problemas e historias, como cuando el guardia del turno de la madrugada quiso entrar a hurtadillas a violar a la joven que esta embarazada, todos suponíamos que no era nada malo pero realmente no sabemos que es lo que sucedió bien. Ese día nos trajo de comer porque llego mas temprano y para muchos fue solo un sueño, seguramente ella tendrá el hijo de alguien mas porque de otro modo todos recordaríamos algo. Recuerdo cuanto tenia poco que yo había llegado aquí y me querían echar, suponían una amenaza para su comunión, realmente tuve tiempos difíciles pero me dejaron permanecer aquí debido a que supe como arreglar unos hoyos en la pared y quitar cables que ya colgaban casi hasta el suelo. A veces no dormíamos a gusto pensando en que si un cable tocaba algún charco todos nos íbamos a electrocutar.

Volví a soñar contigo hoy, sueños prominentes de situaciones con poca maña, nada que un ilustre no pudiera lograr o algo imposible de obtener. Bella como siempre acercabas tus manos a las mías y tomabas mis labios entre los tuyos. La sensación de tenerte entre mis brazos jamás podrá ser superada por algo en este mundo, porque solo a ti puedo servir. De entre escombros tome mi corazón para extenderlo en mi mano, que vieras el pergamino de rosas que se ha formado con el tiempo y tengas momento de observar como tu rostro se dibuja en el. Mis manos menos destruidas que mi corazón alimentan de pecado el pensamiento de los hombres, como han hecho mil veces antes mil bestias distintas portadoras del sello. Y ni mil bestias han podido forjar en mi alma un solo desdén de reproche cuando no has contestado mis llamados amorosos.
A la mañana siguiente me desperté con dolor de cabeza y un nudo en la garganta, solo quedábamos siete y ella seguía aquí, como cada mañana me miraba fijamente a los ojos y eso era mi único consuelo en este piso frio ya rajado por tanto movimiento oscilatorio. Ojos puros que antes fueron corrompidos por el sentir de los pesares y los malos amores que no saben apreciar, gente como nosotros no cabe en este mundo y por eso he preferido el subterráneo.

-“Estoy embarazada”- Fue lo primero que dijiste, no podía concebir tal noticia, ¿como seria capaz yo de luchar por alguien en estas condiciones? (…)

Tomando tu mano partimos hacia la superficie, nada iba a interponerse entre lo que habíamos creado y nuestro futuro, nada ni nadie puede apartar algo como lo nuestro. Solo una compuerta mas y estaremos fuera.
Mi sorpresa seria que al observar la luz de nuevo, no era el sol, no eran linternas, no era el sonido de las llamas a mí alrededor, la luz provenía de una ciudad que se quemaba. Todo estaba incendiado y no había rastro de alguien.
Suficiente habíamos sufrido como para saber que no existía otra salida, disculpa mi amor si esto no es lo mejor para ti pero se que me sabrás perdonar y comprender. Solo tuve en mente el arma más cercana que estaba posterior a la puerta de una patrulla. 

Tomándola entre mis brazos y en llanto como niño jale el gatillo, supuse que mi abrazo podría alguna vez ser tan fuerte como cualquier otra cosa pero sentir el peso de la vida es algo que no se describe fácilmente.
El sonido del arma solo aturde un poco pero no relata la misma historia que el plomo ha de sentir. ¿Podrás perdonarme algún día? Nos veremos en otra vida cuando podamos disfrutar plenamente de nosotros. Ese es mi consuelo.

No me sueltes amor, el viaje no ha terminado.

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