viernes, 20 de mayo de 2011

El comienzo es el adios

Intervenir en el proceso de algo
inconcebible solo puede tener como
consecuencia que el aleteo de una mariposa
cause un tornado.

Las piezas solas se han ido acomodando, el
va y ven de los coches solo mojan más mi
pantalón. ¿Es realmente necesario recordarte
porque estas aqui?

Mientras mas aceleraba mi paso, mas cerca lo escuchaba,
esto ya lo veia venir.
Sin darme cuenta, cai en este callejon que pinta
mas para una vida de deseos que de lujos, una vida que
seguramente muchos hipocritas conocen. Y pensando que aquí
me encontraria a salvo de ti, de nuevo tus pasos se vuelven
mas fuertes. No puedo pestañear porque temo encontrarte
en mis parpados, dentro de mi mente.

Alguien te mira.

Intenté dejar de bailar contigo pero no me fue permitido, intenté
no mirarte mas a los ojos pero me abraze a ellos como cuando un niño
despide a su padre. ¿Padre? ¡Padre!

Ya no quise caminar, no movi mas mis pies y sin embargo, sin embargo
tu no dejabas de acercarte. ¿Jamas me abandonarias o solo gustas de
torturarme?.
"Ad" leí en tu muñeca derecha y "Omnes" en la izquierda, ¿Pero porque yo
tengo lo mismo en mis manos?

Antes de tomar mi ultima bocanada de aire y ahogarme en un grito sin sonido,
me di cuenta que no habia nadie, era mi sombra y no tú, tú estas con otro y mi
alma con otra, mi cuerpo contigo y tus sentidos, frios...
No fui yo quien murió esa noche, fuiste tu.

No pude evitar notar lo bella que te contemplabas aquella última
noche que compartimos.