lunes, 15 de noviembre de 2010

Nota musical numero 9

De entre todos mis cuchillos, elegí el mas
adecuado para la situacion, el mas delgado y fino.
Se ajusta a mis necesidades y marcara la forma en
que todo se vaya desarrollando de aqui en adelante.

Cortes finos acompañan el baile que emprenden mis dedos,
desde la punta del filete hasta el final del mismo.
Gruesos, delgados, de nuevo gruesos y aun mas delgados. Todos
tienen el mismo fin.

Mi espalda es lo unico que se tensa mientras mas tiempo transcurre.
Tu y todos ellos, solo pueden observar horrorizados como es que
ha de tener un fin todo este espectaculo sangriento.

Esas voces... ¡Callen esas voces!
Si tan solo pudieran ver y escuchar lo que yo...
Si pudieran vivir con lo que tengo en la cabeza...
Si supieran...

Susurros entre los espectadores hacen notar que la pieza apenas va comenzando.
Mientras yo sigo agitando mis manos fluidamente, los niños abren mas los ojos,
mueven sus lenguas impuras y sus pensamientos fofos, se acercan al borde de su
asiento y tratan de alcanzar a observar todos mis movimientos.

Despues de cuarenta minutos de extasis, he optado por quebrar mi batuta en dos,
mi instrumento letal que parte el aire y hace que todo un ejercito de valientes
guerreros marche hacia las puertas del infierno. La boca del demonio hoy
prevalece triunfante ante la ignorancia de las masas.

"Solo un músico comprende a otro músico".
Creo que solo un demente tiene una idea de lo que es un músico.

Esta pieza no esta completa, jamas lo estara. Desde el momento en que
empezaron a escuchar con atencion, desde ese mismo instante, su vida perecio.
La historia no esta lista cuando se pone el punto final...